Este cuarto bloque me ha
parecido muy interesante y lo que he aprendido también ha sido mucho. Toda la
animación a la lectura, el deseo lector, las ganas por devorar un libro, creo
que es tan importante como propiamente enseñar todo el proceso de la lecto-escritura.
Como ya he comentado en
artículos anteriores aún no he podido empezar con mis prácticas, pero por otros
compañeros y por mi experiencia (aunque no sea como maestra en un centro) creo
que en este sentido se está empezando a
hacer un gran trabajo, no sólo en los centros educativos, sino también desde
los ayuntamientos y centros culturales.
Son numerosos los centros a los
que van los autores de los libros que se han previstos para la lectura de ese
trimestre; además se organiza un espacio en el que se plantean actividades con
los alumnos y lo mismo ocurre con el ilustrador u otras personas importantes en
la elaboración del mismo; un espacio de debate, de reflexión, de intercambio de
opiniones, de dudas, de intuiciones, que creo que es gratificante para ambas
partes.
Personalmente cuando yo
estudiaba en el colegio, no recuerdo hacer ninguna actividad previa a la
lectura de un libro, tampoco realizar otras durante el proceso, tan sólo alguna
de forma posterior, como hacer un resumen o la elaboración de fichas de los
libros, pero simplemente como una manera de recoger los datos más importantes
del libro, no como una forma de reorganizar todo lo que comprendido y plasmarlo
de una forma ordenada y organizada.
Por aquel entonces en mi clase
de lengua el deseo lector era algo en lo que mi profesor no hacía especial
hincapié, no nos motivaba con ninguna actividad previa, ni nos hacía
reflexionar para ver si íbamos comprendiendo el mensaje, relacionando unas
ideas con otras…¡nada!, con lo cual es cierto, que en mi caso, durante muchos
años me llegué a desmotivar con la lectura, además en muchas ocasiones en el
colegio era una lectura en voz alta, lo que me hacía estar más centrada en leer
bien, sin equivocaciones, que en comprender aquello que estaba leyendo, con lo
cual fue una mezcla entre desmotivación y falta de práctica lo que me llevó a
no ser una gran lectora de pequeña.
Con los años y gracias a otros
profesores (de más mayores) pero sobre todo a mis padres, fui cogiendo otra vez
el ritmo y las ganas por leer y aprender a través de la lectura. Pero me pongo
a pensar y yo porque tuve suerte con mi familia y con profesores posteriores,
pero en otros muchos casos, loa alumnos no cuentan con esta suerte y son
lectores que fracasan, que se frustran, que
no les gusta la lectura, ni la literatura y aparecen una gran cantidad de
problemas de comprensión y de expresión, aspectos que en muchos casos podrían
haber mejorado si se hubiera realizado un buen trabajo de animación o
motivación a la lectura; y ya no sólo de motivación, sino un trabajo durante y
un trabajo posterior; los alumnos necesitan que les acompañemos en el proceso
de aprendizaje, que les vayamos guiando y dando las orientaciones necesarias,
para que sean ellos mismos los que lo vayan construyendo, para que realmente le
sea significativo, les sirva para algo y disfruten plenamente con esta
actividad.
Personalmente he aprendido
muchas actividades para poder trabajar este aspecto de la animación de la
lectura con los alumnos en el aula, en un futuro, espero que no muy lejano.
Me han parecido muy
interesantes las actividades previas, en las que tenía que imaginar el cuento a
través de la portada o el título, que fuera el propio autor el que les motivara
para leer su historia, que se inventaran preguntas con respuestas únicas si/no,
que crearan historias encadenadas inventando el argumento…en definitiva que
jueguen con el cuento, que les entraran ganas de saber más, de conocer a los
personajes, de interesarse por ellos.
Por otra parte las actividades
durante la lectura son igualmente interesantes,
además considero que muy relevantes en el aprendizaje, sobre todo para
los que tienen más dificultades, para que no se pierdan, no se desmotiven y no
se descuelguen del proceso lector. Muy necesario que relacionen unas ideas con
otras, que interpreten lo que querían decir los personajes, que argumenten, que
infieran, etc… aspectos básicos para llegar a una adecuada comprensión.
Las actividades posteriores son
necesarias para asegurarnos que han comprendido la historia, una de las
actividades destacadas en este apartado personalmente creo que es la de seriar
dibujos o partes de la historia, es una tarea fantástica para que razonen de
forma lógica y ordenada todo lo acontecido, que organicen su pensamiento, de
esta forma el lenguaje será más organizado y tendrá un sentido lógico adecuado, mejorará notablemente no sólo su comprensión, sino también su expresión oral.
Este artículo presenta las mismas características que el que te acabo de corregir. Es muy personal pero es también superficial y falta investigación, bibliografía y las webs recomendadas. Cuando hables de las actividades para antes, durante y después de la lectura, no dejes de lado los aspectos emocionales, sobre todo en las actividades finales.
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