miércoles, 8 de enero de 2014

ARTÍCULO III



La historia de la Literatura en sí misma, no es un contenido curricular en Primaria, pero es cierto que en el colegio, en el aula y en los libros de textos, aparecen multitud de lecturas, o utilizamos otros fragmentos que pertenecen o hacen referencia a nuestras obras clásicas. 
Con lo cual lo que me ha parecido muy interesante de este bloque es el poder conocer cuáles podrían ser unas buenas estrategias para seleccionar, adaptar y presentar esas obras clásicas, aunque sean pequeños fragmentos a los alumnos, para que se vayan familiarizando con ellas y vayan adquiriendo un mayor interés por las mismas.

Me ha hecho reflexionar que la literatura, al igual que otra lengua, consiste en un sistema de signos, con la peculiaridad de que es capad de generar nuevos signos en los receptores. Además que el fin de los textos literarios es el acto comunicativo y por lo tanto como cualquier otro acto comunicativo tiene sus componentes: emisor, receptor, mensaje, canal, código y referente. Sin embargo en la literatura lo fundamental es el emisor en su contexto, el receptor en el suyo y el mensaje.

El emisor tiene la potestad de inventarse mundos, formas de vida, vivencias, ser omnipresente, juzgar a los personajes, etc…plasmarlo y dejar constancia de su obra. El receptor sin embargo,  recrea lo que lee, reinventa nuevos signos, siendo esto lo realmente positivo, que cada uno lleguemos a una lectura de la obra, con diferentes visiones, aunque sea diferente a la que hace el profesor de lengua o al referente del autor, en eso personalmente creo que consiste el arte.

¿Pero cómo podemos seleccionar y adaptar de forma adecuada estas obras clásicas para nuestros alumnos?

La verdad que no me parece una tarea sencilla, lo primero porque tenemos que conocer mucho a nuestros alumnos, saber cuáles son sus intereses y las actividades que más les van a transmitir, y por otra parte, porque creo que es cierto que muchos profesores usan el libro de texto como si no hubieran otras opciones, perdiéndose de esta forma otras propuestas que le podrían resultar enormemente interesantes.

Además es que el aprendizaje de la lectoescritura, es una tarea nada sencilla, en la que intervienen numerosos procesos, como perceptivos, léxicos, sintácticos y semánticos. En la lectura, lo primero que tiene que hacer el niño es extraer los signos gráficos para su identificación, posteriormente recuperar el significado de las  palabras que han sido identificadas, para que después comprenda la relación entre unas palabras y otras, es decir, el análisis sintáctico de los elementos de la oración, hasta que finalmente extrae el significado y lo integra en su estructura cognitiva. Una tarea que parecía muy sencilla ya que todos hemos aprendido a leer, pero que requiere de esfuerzo y entrenamiento.

Algo muy relevante acerca de lo cual he de reconocer que no me había planteado hasta ahora, a la hora de trabajar en el aula como futura profesora, es el hecho de que tengo que tener muy claro que una cosa es la lectura de textos literarios infantiles y otra el trabajo que se hace con los textos seleccionados, dos tareas muy diferentes; en la primera el objetivo es disfrutar de la obra, mientras que en el segundo se trata de ampliar la cultura de los alumnos así como ejercitar otras habilidades lectoras básicas. Igual a día de hoy estas actividades se trabajan de forma diferenciada, pero la experiencia que tengo como alumna no es así, pretendían que disfrutáramos y a la vez ampliáramos nuestra cultura literaria y habilidades lectoras a la vez, siendo en muchos casos frustrante al no satisfacer tus intereses.

Recuerdo que en Bachillerato nos hicieron leer la primera parte de El Quijote, haciendo resúmenes de cada capítulo y un examen posterior, no sé hasta qué punto era adecuado ese trabajo, ya que resultaba muy complejo comprenderlo para nosotros, nada significativo, alejado de nuestros intereses y que tampoco te acercaba tanto la obra y al autor. Creo que si lo hubiera enfocado de una manera más lúdica o con otro tipo de actividades como de las que posteriormente hablaremos hubiera sido mejor, más positivo y más enriquecedor para nosotros.

Lo que sí que es cierto, es que si necesitamos elegir textos, aunque sean breves, necesitamos que estén completos y que aparezca reflejado claramente la presentación, el nudo y el desenlace. Intentando respetar la forma y en caso de los textos más largos, también la coherencia, a pesar de que utilicemos la técnica de “cortar y pegar”.

Actividades como los proyectos de aprendizaje en los que se fomente la competencia de aprender a aprender o la de autonomía e iniciativa personal entre otras, trabajando de forma cooperativa, heterogénea, con sus propios objetivos y su propia evaluación; las Webquest, los números monográficos que aparecen en los periódicos escolares o las jornadas culturales, son actividades y propuestas que se debería fomentar más su puesta en práctica, ya que son experiencias complementarias, muy enriquecedoras y que en muchas ocasiones les resultan mucho más significativas que el simple hecho de leer un fragmento de una obra clásica en voz alta en la hora de Lengua.

1 comentario:

  1. Además de lo que ya te he escrito en los artículos anteriores, te comento un par de cositas más:

    - Te haces esta pregunta "¿Pero cómo podemos seleccionar y adaptar de forma adecuada estas obras clásicas para nuestros alumnos?" pero no la respondes. La verdad es que no me gusta como pregunta porque, tratándose de literatura de autor y, concretamente, de literatura clásica, la selección y la adaptación son elecciones muy diferentes como se explica en el módulo y ese punto debería quedar explicado y aclarado.

    - No te metas en el tema de cómo leemos. El proceso que tú reflejas no responde al concepto actual sobre qué es leer .. de hecho responde a un concepto anterior al establecimiento de relaciones entre estructura superficial y profunda realizado por Chomsky. Además ese proceso que describes solo es real si se utiliza un método de base sintética (con la utilización de la ruta fonológica) y si no se lee por medio de fijaciones. De hecho, este proceso no debería aparecer en este bloque. En la asignatura de Didáctica de la Lengua española trabajaréis los procesos lectores con la profesora correspondiente.

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