domingo, 10 de noviembre de 2013

ARTÍCULO 1

TEMA 1. LITERATURA INFANTIL. ANÁLISIS Y SELECCIÓN A lo largo de este primer tema, lo aprendido, experimentado y analizado ha sido mucho; hemos realizado un recorrido por la literatura escrita para niños en sus diferentes géneros, lo que me ha permitido contrastar qué era lo que leía yo cuando era niña, qué obras me presentaban en el colegio, cómo las elegían, cómo analizaban la idoneidad o no de su contenido y su autor; a la par que me ha servido para plantearme cómo lo haré yo en el futuro y cuáles son las herramientas que emplearé. Uno de los aspectos más importantes a destacar en este apartado sería remarcar qué es la literatura infantil y en qué se diferencia de la paraliteratura. La literatura infantil es un género más dentro de la literatura, destinada a un público muy concreto, el niño, y no por ello considerada de menor calidad. Considero que este género en estas últimas décadas ha experimentado un auge extraordinario, que ha permitido a los niños disfrutad de obras estupendas. La literatura es un arte, que utiliza las palabras como medio de expresión, por lo tanto su función no es la de enseñar, lo cual no significa que no pueda hacerlo de forma indirecta. Entonces, ¿qué es la paraliteratura?, como su propio nombre indica, sería una obra que cumple muchas características de las obras literarias, a excepción de algunos, de ahí su nombre, “se sitúa al lado de”, entre ellas la ficción y la intención artística suelen ser los puntos de diferencia entre ambos. La verdad que cuando te paras a pensar en la evolución que ha experimentado la literatura infantil hasta llegar a lo que es hoy en día es asombroso, cómo pasaban los niños completamente desapercibidos y obligados a leer obras para adultos, porque era lo único que había, a leer el Mío Cid o el Conde de Lucanor, a escuchar los romances de los juglares o los cantares en las plazas, obras moralizadoras escritas para los hijos de los reyes y gracias a la imprenta se fue abriendo un amplio abanico de posibilidades. El Siglo de Oro con las cartillas y los catecismos, o como Góngora y Lope de Vega también escribían romancillos para niños o en el Siglo XVIII el gran Perrault; y así un gran número de obras hasta lo que hoy consideramos “literatura infantil”. Por otra parte, un texto teatral es verdad que es mucho más complicado de leer, sobre todo para los niños, pero el hecho de poder representarlo ofrece ventajas muy positivas para su desarrollo evolutivo. Considero que en los centros educativos cada vez están dando más peso a este género y lo emplean cómo un buen recurso educativo. Recuerdo unas prácticas de un máster de aprendizaje cooperativo, en el que como actividad empleamos la representación de la obra de “Los Blues”, en este caso, sí que tenía un mensaje claro, en el que se trataba de inculcar a los niños unos valores muy necesarios dada la sociedad en la que vivimos; pero me llamó la atención la capacidad que tenían para expresar a través del lenguaje no verbal, cómo se motivaban los unos a los otros y cómo mejoraron sus habilidades para hablar ante una audiencia, que aunque fuera pequeña, a algunos dadas su dificultades les suponía un gran reto. Y qué decir de la poesía, ¿A qué os recuerda?: “Cu-cú, cantaba la rana; Cu-cú, debajo del agua” Cu-cú, asomó la cabeza. Cu-cú, quería cerveza. Cu-cú, pasaba un tendero. Cu-cú, vendiendo carero. Cu-cú, yo quiero lentejas. Cu-cú, comida de viejas. Cu-cú, yo quiero resquillas. Cu-cú, comida de pillas. Cu-cú, yo quiero galletas. Cu-cú, valen dos pesetas. Cu-cú, ¡qué vida tan cara! Cu-cú, me meto en el agua. Gloria Fuertes El hada acaramelada. Para terminar quería hacer mención por un lado a mi futura labor como maestra y hacer un pequeño análisis de mis profesores en el colegio; en especial recuerdo sobre todo a uno de ellos, que ahora mismo me llama poderosamente la atención, porque el buen señor no tenía ningún tipo de miramiento a la hora de ofrecernos distintas alternativas adaptadas a nuestra edad, si su contenido era idóneo o no, ni siquiera los clásicos, ni nada por el estilo, lo que nos obligaba, era a leer sus libros, sí sí, sus propios libros, algo que hoy en día, estaría complemente desaprobado y que bajo mi punto de vista carecían de calidad literaria. En el futuro espero no cometer los mismos errores que experimenté en primera persona; creo que lo ideal, sería partir de sus propios intereses para que poco a poco se fueran ofreciendo distintas alternativas y que fueran adquiriendo una buena cultura literaria, algo que imagino será una labor compleja y que en el camino, me irán surgiendo muchos conflictos con los que tendré que batallar para ir resolviéndolos en función de los recursos con los que disponga. http://www.huesca.es/areas/bibliotecas/biblioteca-infantil/lecturas-recomendadas/webs-de-literatura-infantil-y-juvenil/ Os recomiendo esta página web, me parece muy interesante ya que aparecen varios recursos: páginas webs, blogs literarios, revistas online, todos ellos con accesos directos.

1 comentario:

  1. El artículo está muy bien. Echo en falta que hagas referencia a experiencias más cercanas... no sé si ya has empezado las prácticas de este curso... pero si no es así puedes basarte en las del pasado o en lo que sabes de las aulas en la actualidad. ¿Realmente se trabajan los tres géneros de forma motivadora y entendiendo el "nuevo" concepto de literatura? ¿Realmente se seleccionan textos que apelen a los niños reales, que les permita identificarse, recrear los valores en su propia realidad, reflexionar sobre ellos mismos y sobre sus relaciones sociales?

    Las webs recomendadas aparecen en plural en la guía porque me interesa que sepáis encontrar ideas interesantes para vuestro futuro profesional. Si enlazas una web de páginas recomendadas, no me demuestras que hayas visitado ni investigado ninguna de las que aparecen ahí recomendadas... por lo que no sabes si realmente son prácticas e interesantes para padres y maestros. Hubiera dado igual que me hubieras enlazado una búsqueda en google...

    En cuanto al ejemplo de Cucú cantaba la rana... bueno, es una canción folclórica por lo que, aunque en este caso sí se trate de un texto infantil, no es lo que hemos trabajado en este bloque porque no sabemos cómo fue en su origen ni las transformaciones que ha sufrido hasta llegar a la versión que tú conoces (o a la que conozco yo, que son diferentes). En definitiva, no es propiamente un texto escrito para niños, sino un texto de tradición cultural que ha llegado a convertirse en un poema-canción infantil.

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