domingo, 10 de noviembre de 2013

ACTIVIDAD TEMA 1

EL PUNTO • Autor/a: Peter H. Reynolds. • Adaptado: Esther Rubio. • Título: El Punto. The Dot (título original). • Editorial: Walter Books Limited, Londres SE115HJ. Editado en lengua castellana por la Editorial Serres S.L. Muntaner, 391-08021 Barcelona. • Año de la primera edición: 2003. • Idioma original: Inglés. • Hipótesis de edad recomendada: 7-9 años. Los lectores a esta edad se encuentran en la etapa que Piaget denominó como “operaciones concretas”, que se caracteriza sobre todo, porque el niño puede adquirir un razonamiento más lógico, en el que va adquiriendo nuevas facultades que le permiten invertir mentalmente sobre el proceso o acto que acaba de realizar. Además es capaz de retener mentalmente varias variables al estudiar objetos y reconcilia datos aparentemente contradictorios. Todo ello le permite un incremento en sus habilidades para conservar ciertas propiedades de los objetos, números y cantidades. Por otra parte, aparece una disminución de su egocentrismo, volviéndose más sociocéntricos, con mayor habilidad para aceptar opiniones ajenas y ser algo conscientes de las necesidades del que escucha, de la información que tiene y de sus intereses. Tienen más en consideración los puntos de vista de los otros, con lo que buscan justificar sus propias ideas y coordinarlas con las de los demás a través de un intercambio. Sus explicaciones van siendo cada vez más lógicas. Una vez encuadrado el momento evolutivo en el que se encuentran los lectores a esta edad, vamos a ir relacionando cada uno de los aspectos a destacar del libro y como puede ajustarse a las necesidades de los niños. En cuanto al contenido, más concretamente sobre el tema fundamental del texto, me parece fascinante como trata el desarrollo de la confianza en uno mismo y cómo cuando un profesor o cualquier otro figura de referencia para un menor confía en él, ofreciéndoles mensajes positivos y empoderamiento de sus propias habilidades, los niños, al igual que nos ocurre de adultos, aumentan su motivación intrínseca frente a ese aprendizaje y consiguen realizar un trabajo muy superior al iniciado o al que nunca hubiesen podido imaginar que llegarían. Se trata de una historia que se lleva a cabo en un ambiente muy familiar para ellos, la escuela; en el que cuentan un problema que seguro que también les ha ocurrido a ellos en algún momento de su trayectoria escolar. La estructura de la narración es lineal, con tres partes bien diferenciadas: presentación, nudo y desenlace; siendo este tipo, la más sencilla y la más adecuada para los niños a esta edad. El personaje principal es un niño que está en la escuela en clase de educación artística; con lo cual pueden sentirse fielmente identificados, que está bloqueado y que no se le ocurre nada que pintar; hasta que llega su profesora, uno de los personajes secundarios y le propone una idea, “simplemente que plasme algo y que vea a dónde le lleva”. El tercer y último personaje secundario que aparece, es un niño más pequeño que el protagonista, al cual le gusta mucho su exposición y le encantaría pintar como él cuando fuera mayor. Entre estos tres personajes se suceden varios valores y contravalores, por ejemplo el saber cómo motivar a alguien, la confianza en uno mismo, el sentimiento de poder hacer las cosas mejor de las que las hizo al principio, es decir la capacidad de superación, el transmitir lo que a ti te han enseñado a los demás, para que también ellos sepan que pueden ser capaces. Valores que considero que son primordiales para los niños y que debemos inculcarlos desde muy pequeños para que vayan desarrollando una adecuada autoestima que les capacite a enfrentarse a la sociedad de forma crítica y coherente. En cuanto al lenguaje que utiliza, emplea estructuras sintácticas sencillas, con párrafos cortos, de lectura fácil, con un vocabulario sencillo y coloquial (“se había quedado pegado en la silla”, “¡muy divertido!”, “montón”), con desenlace rápido y de breve extensión, que se puede terminar de una sentada. Utiliza una adecuada calidad en sus descripciones, adecuadas a su edad, de tal forma que cuando está pintando los puntos con diferentes colores, parece que puedan recrearse ellos mismos. De los personajes no hace a penas descripción, tan sólo aporta unos datos esenciales para comprender que le ocurre a cada uno de ellos y qué papel juegan en la narración. Por otra parte también cuida la función poética y aparece una reiteración en el texto: “un punto amarrillo, un punto verde, un punto rojo, un punto azul”. Con todo lo aportado con anterioridad considero como futura maestra positivo emplear este libro en el aula, igual no tanto por hecho de que sea una obra agradable de leer para ellos, sino por los valores tan importantes que transmite. Aunque también abre las alas a un abanico inmenso de creatividad e infinidad de posibilidades, donde las cosas convencionales no tienen por qué ser siempre las más adecuadas.

1 comentario:

  1. Bueno.... has encuadrado la edad de los lectores, pero de lo que se trata es de que vayas analizando cada uno de los aspectos en función de los receptores, es decir, de los niños de 7-9 años que es tu hipótesis de partida.

    Veamos:

    Entiendo que el tema que ves en el libro es el de la autoestima. Pues lo que tienes que buscar es cómo se percibe a sí mismo un niño de 7-9 años y cómo afronta los retos para poder valorar si van a poder sentirse apelados por el tema de la historia, si les va a resultar cercano y motivador. Cuanto más centres tus explicaciones y argumentaciones de cada aspecto en el lector hipotético, más podrás ajustar tu valoración final.

    Cuando hables del protagonista debes centrarte en si las acciones que realiza, la forma en la que habla y la manera como se enfrenta al conflicto es realmente similar a como lo harían los niños reales... pero no puedes basarte solo en tus creencias. Debes buscar fuentes que apoyen tus afirmaciones.

    Al hablar de los valores, en este libro en concreto, debes ser consciente de que la protagonista (Vashti es una niña, ojo, compruébalo) parte de contravalores (enfado, frustración, impotencia) y termina reflejando valores. También debes argumentar si estos contravalores y estos valores responden a la edad de los lectores.

    Me preocupa que hables de "INCULCAR VALORES" a los niños cuando, precisamente este libro nos enseña a los adultos algo muy diferente: la profesora no le inculca nada a la niña... solo actúa de forma que ella cambie, por sí sola, su modo de enfrentarse a los problemas. Si hablamos de inculcar valores estamos defendiendo una postura paraliteraria en la que el maestro usa el libro para enseñar algo, en este caso, valores... aunque sean valores modernos y no los grandes valores morales tradicionales. Los valores no se inculcan, se ejemplifican, se deja que los niños los descubran en el texto y se dialoga sobre ellos... de esa forma consigues que los mismos niños sean los que se sientan identificados y reconozcan, en su propia vida, lo que reflejan los libros. En definitiva les estás enseñando a relacionarse con el libro y a extraer sus propias enseñanzas que pueden aplicar a su propia vida. Por eso es tan importante que el niño protagonista refleje unas necesidades evolutivas y emocionales similares a los lectores... porque, si no es posible realizar una identificación, la lectura será mucho más superficial y se limitará a recordar el hilo argumental.

    No has hablado del formato, la portada, la letra ni las ilustraciones. Todos esos elementos también influyen en la motivación y en la comprensión a la hora de enfrentarse al libro.

    Por lo demás, está muy bien escrito y no andas desencaminada en general, aunque, insisto, te falta fundamentar los aspectos concretos y no solo el estadio piagetiano de los receptores.

    Intenta hacer saltos de línea y puntos aparte porque es dificilísimo leer un texto largo todo amazacotado.

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